
Más de 500 muertos tras el fin del alto al fuego en Gaza
La ofensiva israelí en Gaza ha agravado la crisis humanitaria con bloqueos, bombardeos y restricciones en el acceso a insumos básicos.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han iniciado una nueva ofensiva en la Franja de Gaza, intensificando sus operaciones terrestres en puntos estratégicos del enclave palestino. El objetivo declarado por el Ejército israelí es establecer una "zona de amortiguamiento parcial" que divida el norte y el sur de Gaza. Esto ha generado un bloqueo en la carretera Salah al Din, una vía crucial para la movilidad de los habitantes del territorio.
Como parte de esta incursión, tropas israelíes avanzaron hacia el corredor Netzarim, un antiguo puesto de control militar que había sido desocupado el pasado 9 de febrero. Esta acción ha restringido severamente el tránsito en la zona, obligando a los ciudadanos gazatíes a utilizar la carretera costera Rashid como alternativa. La presencia militar en estas áreas refuerza la estrategia de Israel para mantener el control territorial en la región.
El alto al fuego, vigente desde el 19 de enero, llegó a su fin en la madrugada del martes cuando Israel lanzó una serie de ataques aéreos sobre Gaza, alcanzando más de un centenar de objetivos. Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, en un solo día más de 400 personas perdieron la vida, lo que convierte esta jornada en una de las más letales desde el inicio del conflicto. Además, se ha reportado la reactivación del bloqueo total de suministros esenciales, como alimentos, agua y medicinas.
Los bombardeos han causado un gran número de víctimas en distintas áreas del enclave, con una elevada proporción de niños y mujeres entre los fallecidos. En el sector norte de Gaza, más de 150 personas murieron y al menos 230 resultaron heridas, mientras que en la región sureña de Rafah se contabilizan más de un centenar de víctimas mortales. La agencia palestina Wafa también informó sobre ataques nocturnos que dejaron al menos 14 muertos y decenas de heridos.
Entre las víctimas de los ataques israelíes se encuentra un trabajador extranjero de la ONU, quien falleció tras el impacto de un proyectil en una residencia de personal internacional en Deir el Balah. Además, el Ejército israelí confirmó la eliminación de altos mandos de Hamás, incluyendo a Ayman Atsalih y a Ismail Abd al-Aal, acusados de participar en el contrabando de armas y en la planificación de atentados contra Israel.
Desde la reanudación de la ofensiva, el número total de fallecidos en Gaza ha ascendido a más de 500, con más de 900 heridos. Mientras la comunidad internacional observa con preocupación la escalada de violencia, la crisis humanitaria en la Franja se agrava debido a la falta de acceso a insumos básicos y la constante amenaza de nuevos ataques.
