
¿Qué se sabe sobre el centro de exterminio hallado en Jalisco?
El hallazgo de cientos de restos humanos en este estado de México exponen la crisis de desapariciones por el narcotráfico y cuestiona la actuación de las autoridades en la investigación.

El hallazgo de restos óseos calcinados en un rancho de Teuchitlán, Jalisco, ha reavivado la crisis de desapariciones en México. La finca, señalada por activistas como un "centro de exterminio", presuntamente funcionaba como un lugar de entrenamiento y reclutamiento forzado de grupos criminales. Este caso ha generado cuestionamientos sobre la actuación de las autoridades y la efectividad de las investigaciones previas en la zona.
El colectivo Guerreros Buscadores descubrió el sitio el pasado 5 de marzo, hallando huesos, cientos de zapatos, libretas con anotaciones y otros objetos personales. Según los testimonios, el lugar habría sido utilizado por el crimen organizado para la formación de nuevos integrantes, quienes estaban obligados a someterse a un proceso de adiestramiento. Las evidencias encontradas sugieren que muchas de las víctimas podrían haber sido ejecutadas y calcinadas en el mismo predio.
La Fiscalía de Jalisco ya había inspeccionado el terreno en septiembre de 2024 tras un enfrentamiento con el Cártel Jalisco Nueva Generación, pero en aquel momento solo se reportaron restos con "exposición térmica". Sin embargo, los nuevos hallazgos ponen en duda la exhaustividad de aquella investigación y han despertado críticas sobre posibles omisiones por parte de las autoridades locales.
Ante la indignación social, la presidenta Claudia Sheinbaum ha exigido que se realice una investigación a fondo para esclarecer los hechos. También ha cuestionado la falta de resguardo del sitio tras la primera intervención oficial. En respuesta, la Fiscalía General de la República ha anunciado que evaluará la posibilidad de atraer el caso a nivel federal para garantizar una pesquisa más rigurosa.
La problemática del crimen organizado en México
México enfrenta una crisis de desapariciones con más de 124,000 personas no localizadas hasta la fecha. El Estado de México y Jalisco encabezan la lista de entidades con mayor número de casos, concentrando el 33% de las desapariciones. A estas entidades les siguen Tamaulipas y Veracruz con 9% cada una, y Sinaloa y Ciudad de México con 5% cada una. La violencia relacionada con el crimen organizado ha incrementado las desapariciones en diversas regiones. Por ejemplo, en Chiapas, las desapariciones aumentaron un 458% entre 2019 y 2024 debido a la presencia de grupos delictivos. Este fenómeno ha generado desplazamientos forzados y conflictos en comunidades indígenas.
El caso de Teuchitlán refleja la magnitud del problema y la urgencia de fortalecer las estrategias de búsqueda e investigación en el país. La colaboración entre colectivos de familiares y autoridades es esencial para abordar esta crisis humanitaria y garantizar la justicia para las víctimas. La reciente evidencia encontrada en Teuchitlán refuerza la urgencia de implementar medidas más efectivas para enfrentar esta crisis humanitaria.
