Venecia aprueba nueva medida para reducir el turismo masivo

En un intento por salvar su herencia cultural y abordar los desafíos del turismo masivo, el consejo municipal de Venecia aprobó este martes una nueva medida. A partir de 2024, la ciudad impondrá una tasa de 5 euros a los turistas que visiten durante el día, excluyendo a quienes pasen la noche en la ciudad.

El objetivo es disuadir a los visitantes de un día, que saturan la ciudad conocida por sus canales y palacios. La iniciativa surge como respuesta al comunicado de la Unesco donde se incluyó a Venecia en la lista de patrimonios en peligro debido al impacto del turismo y el cambio climático.

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La tarifa, que podrá pagarse por internet, se aplicará en un máximo de 30 días, coincidiendo con los periodos de mayor afluencia turística. La decisión llega tras las críticas de la Unesco por la insuficiencia de medidas para preservar la ciudad. El alcalde Luigi Brugnaro aseguró que esta es una fase experimental y que se busca un equilibrio para combatir el turismo de masas sin afectar negativamente a la población local.

La principal problemática de la ciudad es que enfrenta una presión creciente debido al aumento del turismo y la migración de residentes. Además, la infraestructura se ve afectada por el exceso de barcos en los canales, erosionando edificios centenarios. La medida también busca abordar la pérdida de viviendas mayores para los residentes debido a la orientación de alquileres a estancias cortas

Sin embargo, esta no es una medida nueva. Estos son otros países que han optado por cobrar una cuota a los turistas para lidiar con el exceso de visitantes:

-Ejemplos notables incluyen las Islas Baleares en España, que desde 2016 aplican un "impuesto ecológico" para preservar sus recursos ambientales y culturales.

-Asimismo, Belice ha cobrado a los turistas desde la década de 1990 para respaldar la conservación de su arrecife de coral y biodiversidad.

-Otros destinos que han adoptado medidas similares son Bali, Barcelona, ​​Francia, Austria, Croacia, Costa Rica, Nueva Zelanda e Islandia, cada uno con sus propias variantes de tarifas.

Venecia, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987, busca equilibrar su atractivo turístico con la preservación de su autenticidad y sostenibilidad. Esta iniciativa representa un hito, ya que ninguna otra ciudad ha implementado una medida tan focalizada y directa para gestionar el impacto del turismo en su patrimonio y entorno.