Israel intensifica ataques contra Irán para frenar su programa nuclear

El conflicto entre Israel e Irán ha alcanzado un nuevo punto crítico. En apenas cuatro días de ofensiva continua, la Fuerza Aérea israelí ha atacado múltiples instalaciones nucleares iraníes con el objetivo de frenar de manera definitiva el desarrollo atómico de Teherán. Según fuentes israelíes, estas acciones lograron interrumpir la cadena de suministro de uranio enriquecido, eliminar a diez científicos del programa nuclear y dañar parcialmente las bases subterráneas de Natanz y Fordow.

Aunque Estados Unidos apoya a Israel con inteligencia y logística, se ha negado hasta ahora a proporcionar bombas anti bunker de gran potencia, necesarias para destruir las fortificaciones subterráneas iraníes. Las instalaciones clave están ubicadas a 60 metros bajo tierra, una profundidad que los actuales recursos militares israelíes no pueden penetrar. Israel ha advertido que las operaciones no cesarán hasta dejar inoperables todas las instalaciones nucleares de Irán.

El saldo humano del conflicto es cada vez más grave. Según el Ministerio de Salud iraní, al menos 224 personas han muerto en Irán desde el inicio de los ataques, entre ellas civiles alcanzados por bombardeos en ciudades como Teherán y Kermanshah. Además, decenas de heridos fueron reportados, incluidos pacientes del hospital Farabi, cuya unidad de cuidados intensivos fue dañada por una explosión. En Israel también se registran víctimas, con al menos ocho civiles fallecidos tras los ataques de represalia iraníes. La población civil, atrapada entre los misiles, enfrenta una creciente sensación de miedo e incertidumbre.

El primer ministro Benjamín Netanyahu ha propuesto incluso un plan alternativo: asesinar al líder supremo iraní, Alí Khamenei, si los ataques militares no logran sus objetivos. Esta opción fue rechazada por el expresidente Donald Trump, quien considera que tal acción podría desencadenar una escalada regional incontrolable. A pesar del rechazo estadounidense, Netanyahu no descarta actuar de forma unilateral si considera que su estrategia se ve comprometida.

La tensión política entre Netanyahu y Trump resurge, marcada por diferencias sobre cómo abordar el programa nuclear iraní. Mientras Trump insiste en evitar una participación militar directa de Estados Unidos, Israel sigue adelante con su ofensiva, que ya ha cobrado cientos de vidas. La población civil en Irán, particularmente en ciudades como Kermanshah y Teherán, vive bajo constante amenaza de bombardeo, con hospitales y zonas residenciales seriamente afectadas.

Desde el lado iraní, se ha suspendido toda posibilidad de negociación con Washington hasta que cesen los ataques y se complete la represalia contra Israel. Mientras tanto, las explosiones continúan y la comunidad internacional observa con preocupación una crisis que podría escalar aún más. La posibilidad de que Estados Unidos se involucre activamente sigue fuera de la mesa, pero el curso de la guerra podría modificar ese escenario en cualquier momento.