El peso y el dólar canadiense caen tras nuevos aranceles de EE. UU.

La reciente imposición de aranceles por parte del gobierno estadounidense ha generado un impacto inmediato en las monedas de México y Canadá, las cuales han alcanzado su nivel más bajo en el último mes. La medida, anunciada por el presidente Donald Trump, impone un 25% de gravamen sobre productos mexicanos y canadienses, mientras que los aranceles para productos chinos se han incrementado hasta el 20%. A pesar de esta caída, la depreciación del dólar estadounidense ha ayudado a amortiguar parcialmente el impacto.

El peso mexicano se ha debilitado un 0.9% frente al dólar, situándose en 20.89 unidades por billete verde, su peor nivel desde inicios de febrero. Por otro lado, el dólar canadiense se cotiza en 1.4438 unidades por dólar estadounidense, tras haber alcanzado un mínimo de 1.4542. Analistas señalan que estos descensos han sido relativamente moderados en comparación con la magnitud de los nuevos aranceles

Por su parte, China no tardó en responder con la aplicación de aranceles adicionales de entre 10% y 15% a ciertas importaciones estadounidenses, que entrarán en vigor el próximo 10 de marzo. Por su parte, Canadá ha implementado medidas de represalia contra Estados Unidos desde este martes, mientras que México aún evalúa su respuesta. Estos movimientos reflejan la creciente tensión comercial entre las principales economías de América del Norte y Asia.

No obstante, la situación no es completamente negativa para México y Canadá. La depreciación de sus monedas podría hacer que sus exportaciones sean más competitivas en el mercado internacional, absorbiendo parte del impacto de los aranceles. Además, existe la expectativa de que se pueda negociar un acuerdo que permita eliminar estas tarifas en el corto plazo, como ocurrió en casos anteriores.

El contexto global sigue siendo un factor clave para la volatilidad de las monedas. Eventos como la posible tregua en el conflicto entre Rusia y Ucrania también podrían influir en los mercados financieros. Mientras tanto, las reacciones de los gobiernos afectados y sus estrategias de negociación serán determinantes para el futuro de las relaciones comerciales en América del Norte.