Los Ángeles impone toque de queda tras fuertes protestas

La ciudad de Los Ángeles se encuentra bajo un toque de queda nocturno desde este martes, luego de varios días de protestas contra las redadas migratorias llevadas a cabo por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). La medida, anunciada por la alcaldesa Karen Bass, rige en una zona céntrica limitada a 2.6 kilómetros cuadrados, de 8:00 p.m. a 6:00 a.m., con excepción para residentes, periodistas y servicios de emergencia.

Las manifestaciones, que comenzaron el viernes, han derivado en disturbios nocturnos y actos de vandalismo en áreas como Little Tokyo y otras partes del centro. Aunque muchas protestas se han desarrollado de forma pacífica, algunas se han tornado violentas, lo que motivó la intervención de la policía local y el arresto de al menos 25 personas que desafiaron la restricción. Las autoridades estiman que menos de 100,000 personas viven dentro del área afectada.

Mientras tanto, en Texas, el gobernador republicano Gregg Abbott anunció el despliegue de la Guardia Nacional en varios puntos del estado. Su objetivo, según explicó, es garantizar el orden frente a posibles actos de violencia, señalando que cualquier daño a personas o propiedades será penalizado. Este anuncio ocurre en un contexto de creciente tensión política a nivel nacional, con posturas encontradas entre gobiernos estatales y la administración federal.

El presidente Donald Trump ha respondido con dureza, acusando a los manifestantes de “anarquía” y calificando las protestas como una amenaza extranjera. Pese a las críticas de líderes demócratas como Gavin Newsom, gobernador de California, Trump ordenó el despliegue de tropas federales en Los Ángeles. La medida ha sido cuestionada por quienes consideran que el uso de fuerzas militares en zonas urbanas puede agravar la situación.

En paralelo, la tensión se intensificó tras acusaciones de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quien vinculó a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, con los alzamientos por la presencia de banderas mexicanas en las protestas. La mandataria negó rotundamente dichas declaraciones, calificándolas como infundadas. Mientras tanto, la ciudad permanece en alerta, y los viajeros deben considerar las restricciones vigentes si planean visitar la zona.