Nueva DANA amenaza España: intensas lluvias y protestas por la gestión de la crisis
España se enfrenta a una nueva DANA esta semana mientras crecen las tensiones por la gestión de las recientes inundaciones en Valencia, que han dejado daños devastadores y una profunda indignación social.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha emitido una advertencia sobre la posible formación de una nueva DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) en España, con previsión de lluvias abundantes y un descenso generalizado de temperaturas en la península. Según la Aemet, las zonas de mayor afectación se ubicarían en Baleares el martes, mientras que el miércoles se espera que las lluvias se intensifiquen en el Mediterráneo peninsular. Las alertas se han activado en diversas regiones, con un aviso naranja en Ampurdán, Cataluña, y alertas amarillas en Baleares y el norte de Cataluña debido a fuertes vientos y olas de hasta tres metros.
Esta nueva DANA se suma a una catástrofe previa que azotó Valencia el 29 de octubre, cuando lluvias torrenciales descargaron el equivalente a un año de precipitaciones en solo ocho horas, desencadenando inundaciones que han dejado al menos 222 fallecidos y severos daños materiales. Equipos de emergencia continúan retirando vehículos y escombros en áreas gravemente afectadas, como Catarroja, mientras se evalúan las pérdidas y el impacto en la infraestructura.
En medio de esta emergencia, crece la indignación ciudadana por la gestión de la crisis. Este fin de semana, decenas de millas de personas se manifestaron en Valencia y en Madrid, exigiendo explicaciones y responsabilizando al Gobierno regional por la medidas demoradas en las alertas de evacuación y preventivas.
La protesta, que comenzó de manera pacífica, se tornó violenta cuando algunos manifestantes exigieron la dimisión del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y se enfrentaron a la Policía antidisturbios frente al Ayuntamiento. Las fuerzas de seguridad utilizaron porras para dispersar a los manifestantes, resultando en 31 policías heridos según la agencia EFE, aunque no se ha informado sobre el número de civiles afectados.
La respuesta gubernamental no se ha hecho esperar. La vicepresidenta regional, Susana Camarero, ha descartado cualquier dimisión, afirmando que abandonar el cargo en este momento sería una traición a las víctimas de la tragedia. Camarero subrayó que el Gobierno regional continuará apoyando a los afectados, mientras Mazón se comprometió a dar explicaciones detalladas de la gestión de la crisis en una comparecencia parlamentaria prevista para el jueves. No obstante, sus declaraciones iniciales responsabilizando al Gobierno central de Pedro Sánchez han sido objeto de críticas, ya que, según la normativa de emergencias, la responsabilidad de la respuesta recaía en el Ejecutivo regional.
Las tensiones también se han trasladado a otros actos públicos, como la reciente visita de los Reyes de España y el presidente Sánchez al municipio de Paiporta. Allí, la comitiva fue recibida con gritos de "asesinos" y lanzamiento de barro por parte de habitantes enojados, quienes exigen justicia y apoyo para enfrentar los daños dejados por la inundación.
El Consorcio de Compensación de Seguros de España estima que el coste total de las indemnizaciones por los daños asciende a al menos 3,500 millones de euros, una cifra que refleja la magnitud de la catástrofe.
Con una nueva DANA acercándose, España se enfrenta no solo a un nuevo desafío climático, sino también a una profunda crisis de confianza en las autoridades. La ciudadanía reclama respuestas y acción efectiva, mientras las instituciones regionales y nacionales intentan contener el malestar social y gestionar los daños. El país se encuentra en una encrucijada que exige tanto unidad como responsabilidad para superar esta crisis y proteger a sus habitantes.