Trump endurece su postura contra la UE y descarta a Ucrania en la OTAN

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reafirmado su postura proteccionista en su primera reunión de Gabinete de su segundo mandato. En el encuentro abordó temas clave como la economía, el comercio exterior y el conflicto en Ucrania. Uno de los anuncios más relevantes fue la imposición de aranceles del 25% a las importaciones procedentes de la Unión Europea, argumentando que el bloque "perjudica" a Estados Unidos.

Trump también mencionó que estos aranceles, que se aplicarán a partir del 2 de abril, afectarán a sectores clave como la industria automotriz, la farmacéutica y la tecnología. "La UE no acepta nuestros coches ni nuestros productos agrícolas, pero nosotros aceptamos todo lo que nos envían", señaló el mandatario, destacando el déficit comercial de 300,000 millones de dólares con el bloque europeo. Ante la posibilidad de represalias por parte de la UE, Trump restó importancia a las consecuencias, asegurando que "no serán exitosas" porque EE.UU. simplemente "dejará de comprar" productos europeos.

En el ámbito geopolítico, el presidente estadounidense fue tajante sobre las aspiraciones de Ucrania de unirse a la OTAN. "Kiev puede olvidarse de entrar en la alianza", afirmó, sugiriendo que la intención de adhesión fue un factor clave en la invasión rusa. Sin embargo, anunció que recibirá al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en la Casa Blanca para firmar un acuerdo sobre minerales estratégicos. Este pacto permitirá a EE.UU. acceder a los recursos minerales de Ucrania a cambio de apoyo económico y militar.

Trump ha expresado reiteradamente su preocupación por el gasto estadounidense en Ucrania y ha acusado a administraciones anteriores de haber "despilfarrado" recursos en el conflicto. Según él, el acuerdo con Kiev garantizará que EE.UU. recupere la inversión realizada en el país europeo.

El encuentro también contó con la presencia del magnate tecnológico Elon Musk, quien, aunque no es parte del gabinete, juega un papel en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Musk advirtió sobre la crítica situación financiera de EE.UU., con un déficit de 2 billones de dólares, y señaló que sin medidas drásticas "Estados Unidos irá a la quiebra". Entre las iniciativas del DOGE, destacó la revisión de gastos innecesarios, aunque reconoció errores como la cancelación temporal de programas de prevención del ébola.

Musk también defendió su polémico método de "comprobación del pulso", mediante el cual exige a empleados del Gobierno justificar su trabajo semanal para evitar despidos. Justificó esta práctica afirmando que busca eliminar "puestos ficticios" en la administración pública.

La reunión dejó en claro que Trump mantiene su política de "Estados Unidos primero" y no teme desafiar a aliados tradicionales ni a organismos internacionales. Con medidas agresivas en comercio y política exterior, su administración parece encaminada a un segundo mandato marcado por la confrontación económica y el repliegue en asuntos globales.