Científicos logran un avance histórico para las prótesis biónicas
Una prótesis biónica ha logrado integrarse completamente a los nervios y huesos de una mujer sueca que perdió su brazo hace varios años.
Una mujer sueca, que perdió su mano derecha hace más de dos décadas en un accidente agrícola, ha experimentado una transformación asombrosa gracias a una prótesis biónica de vanguardia que logró integrarse completamente a los nervios y huesos. Este logro, compartido por equipos de investigación de Suecia, Australia, Italia y Estados Unidos, es un avance significativo en el mundo de la medicina y la tecnología.
La paciente, identificada simplemente como "Karin", ha reportado una mejora dramática en la función y una disminución significativa del dolor que antes la acosaba. Antes de la mano biónica, Karin describió sentir su extremidad amputada como si estuviera constantemente atrapada en una maquinaria de molienda.
La historia de Karin revela un cambio revolucionario en la vida cotidiana para aquellos que han sufrido amputaciones. La nueva mano biónica, denominada "Mia Hand", desarrollada por la empresa de robótica italiana Prensilia, ha superado las limitaciones de las prótesis estándar. Karin, de 50 años, testifica que ahora necesita considerablemente menos medicación y ha logrado un control mucho más efectivo sobre su prótesis, que anteriormente era un desafío con los dispositivos convencionales.
La clave de este avance radica en la conexión directa al esqueleto mediante implantes oseointegrados, lo que establece un fuerte vínculo entre el cuerpo y la extremidad biónica. Los electrodos implantados en nervios y músculos actúan como una vía de comunicación, permitiendo que la prótesis sea controlada por el sistema nervioso del paciente.
Esta fusión entre el sistema nervioso y la electrónica protésica busca reducir el dolor y mejorar el control, y según los investigadores, es una innovación con el potencial de transformar las vidas de aquellos que enfrentan la pérdida de extremidades.
Aunque los científicos señalan que aún no se ha alcanzado la funcionalidad completa de un miembro biológico, la experiencia positiva de Karin en sus actividades diarias ofrece un testimonio prometedor de las posibilidades transformadoras de esta nueva tecnología.