Estas son las condiciones de Putin para la paz en Ucrania

A más de tres años del inicio de la invasión rusa en Ucrania, el presidente Vladimir Putin sigue manteniendo condiciones inflexibles para cualquier posible acuerdo de paz. Aunque recientemente manifestó su respaldo a un alto el fuego de 30 días, ha dejado claro que cualquier tregua debe ajustarse a sus exigencias, lo que pone en duda la viabilidad de la propuesta.

Desde el inicio del conflicto, Rusia ha consolidado su control sobre aproximadamente una quinta parte del territorio ucraniano. El Kremlin se niega a devolver las zonas ocupadas y, según declaró su portavoz, Dmitri Peskov, estas regiones ya forman parte de Rusia y están inscritas en su Constitución. “Crimea, Sebastopol, Kherson, Zaporizhzhia, Donetsk y Lugansk son regiones de Rusia. Esto es un hecho”, afirmó.

Además, Putin ha reiterado que para alcanzar la paz, Ucrania debería renunciar a su aspiración de unirse a la OTAN y reducir su capacidad militar. La desmilitarización propuesta por Moscú implica que Ucrania quedaría sin capacidad para defenderse de futuras agresiones, algo inaceptable para el gobierno de Volodimir Zelensky.

Uno de los puntos más sensibles en el conflicto es la posible adhesión de Ucrania a la OTAN. Zelensky considera que ser parte de la alianza militar es clave para la seguridad de su país, pero Putin lo ve como una amenaza directa. En su discurso sobre el estado de la nación en 2024, advirtió sobre las "consecuencias trágicas" que podría traer la participación de la OTAN en el conflicto. “Todo esto realmente amenaza con un conflicto que implique armas nucleares y la destrucción de la civilización”, alertó.

La posibilidad de desplegar fuerzas de paz en Ucrania ha sido considerada por algunos países europeos, pero el Kremlin lo ha rechazado en términos contundentes. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, declaró que “Moscú no aceptará la participación de otros países en el conflicto” y advirtió que esto provocaría una reacción rusa “con todos los medios disponibles”.

Mientras el conflicto sigue, Rusia y Estados Unidos han mantenido conversaciones diplomáticas en Estambul para tratar temas ajenos a la guerra, como disputas sobre propiedades diplomáticas. Moscú ha exigido la devolución de varias instalaciones confiscadas por Washington y ha insistido en el alivio de las sanciones impuestas tras la invasión de 2022.

Las sanciones han afectado gravemente la economía rusa, limitando sus transacciones financieras y la venta de gas y petróleo. Una de las medidas más duras ha sido la congelación de más de 300,000 millones de dólares en activos del banco central ruso en Occidente. Putin ha calificado esto como un "robo" y ha presionado para que se levanten las restricciones.

Las condiciones impuestas por Moscú hacen que cualquier negociación de paz sea, por ahora, poco realista. Ucrania y sus aliados no están dispuestos a aceptar la pérdida de territorio ni a desmantelar su ejército. Mientras tanto, la guerra sigue cobrando vidas y generando una crisis humanitaria de gran magnitud. Las tensiones entre Rusia y Occidente continúan escalando, dejando en el aire la posibilidad de una resolución pacífica en el corto plazo.