Miguel Uribe Turbay continúa en estado crítico tras atentado en Bogotá

El senador colombiano y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay permanece en estado crítico tras recibir varios disparos durante una reunión política en el sur de Bogotá. El atentado, ocurrido el sábado pasado, conmocionó al país y evocó recuerdos de los años más violentos de su historia reciente. Uribe Turbay fue intervenido quirúrgicamente de emergencia en la Fundación Santa Fe, donde los médicos informaron que su respuesta a los tratamientos ha sido mínima y su estado es de máxima gravedad.

Según las autoridades, el político de 39 años fue atacado con arma de fuego en la cabeza y en una pierna por un menor de edad, quien ya se encuentra bajo custodia. Las investigaciones se enfocan ahora en esclarecer quiénes serían los autores intelectuales del ataque. Más de un centenar de investigadores participan en el caso, mientras el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar supervisa el proceso legal que involucra al joven sospechoso.

El presidente Gustavo Petro condenó el atentado y pidió revisar a fondo los protocolos de seguridad que protegían al senador. Señaló que las pesquisas deben comenzar por su esquema de protección oficial y prometió identificar a todos los responsables. El hecho ocurre en un contexto político tenso, marcado por el debate en torno a una reforma laboral impulsada por el gobierno, a la que Uribe Turbay se oponía con firmeza.

La familia del político, incluyendo a su esposa María Claudia Tarazona, ha solicitado oraciones y apoyo ciudadano mientras él permanece en cuidados intensivos. La figura de Uribe Turbay, nieto del expresidente Julio César Turbay y víctima indirecta de la violencia política tras el asesinato de su madre, Diana Turbay, ha adquirido un fuerte simbolismo en la actual coyuntura nacional.

El atentado ha generado una ola de solidaridad tanto dentro como fuera de Colombia. Expresidentes, candidatos y mandatarios de otros países han expresado su rechazo a la violencia y su apoyo a la familia del senador. Las autoridades colombianas se encuentran bajo presión para esclarecer los hechos y garantizar la seguridad de los líderes políticos, en un momento clave para la democracia del país.