Presidente de Corea del Sur podría enfrentar juicio político tras crisis por ley marcial

La democracia surcoreana enfrentó una prueba sin precedentes cuando el presidente Yoon Suk Yeol se levantó al país con la imposición temporal de la ley marcial. En un intento de reforzar su autoridad, movilizó tropas alrededor del Parlamento, lo que generó protestas inmediatas y una votación unánime para revocar su decisión. La medida, descrita como "una violación constitucional" por la oposición, desató una tormenta política que ahora amenaza con su destitución.

El Partido Democrático, junto con cinco partidos de oposición, presentó una moción de juicio político, argumentando que la acción de Yoon carecía de justificación legal y evocaba un oscuro pasado de autoritarismo militar. Además, los legisladores buscan la destitución del ministro de Defensa, Kim Yong Hyun, señalado como responsable de recomendar la controvertida declaración. Mientras tanto, altos funcionarios del gobierno ofrecieron su renuncia en medio de una creciente presión pública.

La decisión de Yoon no solo recordó las épocas represivas de Corea del Sur, sino que también evidenciaba su debilitada posición política. Desde asumir el poder en 2022, su gestión ha estado plagada de escándalos y un índice de aprobación que ronda el 20%. Analistas sugieren que este acto podría haber sido un intento desesperado por afianzar el apoyo de sectores conservadores, aunque el efecto ha sido el contrario: su futuro político pende de un hilo.

En un país con un historial de enjuiciamientos presidenciales, Yoon enfrenta un proceso complejo. Aunque el Parlamento tiene la mayoría para iniciar el juicio político, la Corte de Constitucionalidad, clave para confirmar su destitución, opera con vacantes que los legisladores deberán llenar. Este vacío institucional agrega una capa de incertidumbre sobre el desenlace, mientras el país observa cómo se desarrolla una de las crisis políticas más graves en décadas.

Ahora, el mandatario enfrenta el juicio de la Asamblea Nacional y una Corte de Constitucionalidad que aún debe completar su composición para proceder. La respuesta inmediata de los legisladores y la ciudadanía reafirmó el compromiso democrático del país, dejando claro que no hay espacio para retrocesos autoritarios. La crisis actual marca un momento decisivo para el rumbo político de Corea del Sur.