Día Mundial de la Salud Ambiental: por un futuro sostenible
Fomentando el cambio hacia un planeta más verde y saludable
El Día Mundial de la Salud Ambiental se celebra el 26 de septiembre en todo el mundo, un día destinado a concienciar sobre la importancia de cuidar nuestro entorno en beneficio de la población global. En un momento en el que la contaminación, el cambio climático y otros desafíos ambientales amenazan la salud de nuestro planeta y sus habitantes, esta fecha cobra aún más relevancia.
Esta iniciativa, establecida en 2011 por la Federación Internacional de Salud Ambiental (IFEH por sus siglas en inglés), busca promover la reflexión sobre el impacto que tiene la salud ambiental en las generaciones actuales y futuras. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha identificado riesgos ambientales relacionados con la contaminación del agua, el suelo y el aire, así como los efectos del cambio climático, productos químicos y la radiación ultravioleta, que contribuyen a más de 100 enfermedades y traumatismos.
La relevancia de la salud ambiental no puede subestimarse. Cada año, vemos un aumento en enfermedades y afecciones asociadas al cambio climático. Es fundamental elevar la prevención y tomar acciones concretas en favor del medio ambiente. Según datos de la OMS, aproximadamente 1 de cada 9 muertes en todo el mundo se atribuyen a condiciones relacionadas con la contaminación atmosférica. En lugares como la Ciudad de México, hasta un 30% de las enfermedades que afectan a la población se deben a las condiciones ambientales causadas por actividades humanas.
Es importante destacar que el daño ambiental no afecta a todos por igual. Las poblaciones más vulnerables, como niños, personas mayores y aquellos con enfermedades congénitas, enfrentan un mayor riesgo. Además, la ubicación geográfica y la situación económica pueden influir en el grado de exposición a estos peligros.
En la actualidad, el cambio climático amenaza al 45% de los niños en el mundo, quienes se enfrentan a condiciones socioambientales extremas. Se estima que alrededor de mil millones de niños están en riesgo debido a la exposición a múltiples perturbaciones climáticas y ambientales.