Auge de violencia en Suecia: bandas criminales disparan la tasa de homicidios
Desde reclutar menores hasta ofrecer sumas exorbitantes por asesinatos, el panorama es alarmante.
En el corazón de Suecia, la violencia protagonizada por bandas criminales está alcanzando niveles preocupantes. El país, conocido por su estabilidad y alto nivel de vida, se enfrenta ahora a una tasa de homicidios en rápido ascenso, impulsada en gran parte por la guerra entre pandillas y la creciente disponibilidad de armas y drogas. En ciudades como Malmö y Estocolmo, estas redes delictivas utilizan sistemas de mensajería encriptada para ofrecer pagos por delitos, incluyendo asesinatos.
Un joven delincuente, que prefiere mantener su anonimato, detalla cómo su vida tomó un giro oscuro al pasar de ser un simple traficante de drogas a involucrarse en delitos más serios. "En Malmö, por derribar una puerta te pagan 3,000 euros. Por asesinar a alguien, la tarifa sube a 80,000 euros. En Estocolmo es un poco menos, unos 50,000 euros, pero en Malmö es más caro porque la gente que vive allí es más importante y el riesgo de represalias es mayor", explica. A pesar de no haber cometido homicidios, admite haber causado daño a muchas personas bajo las órdenes de las bandas.
Uno de los aspectos más preocupantes de esta situación es el uso de adolescentes y jóvenes como sicarios. En 2023, el número de menores sospechosos de asesinato se cuadruplicó, según fuentes oficiales. Debido a su edad, los adolescentes no enfrentan las mismas consecuencias legales que los adultos, lo que los convierte en objetivos fáciles para los líderes criminales. "Se les manipula ofreciéndoles dinero o regalos, como ropa. Les hacen sentir que forman parte de algo grande. Así es como se crea un vínculo y, poco a poco, se adentran en el mundo del crimen", comenta el entrevistado.
Un país atrapado en la espiral de violencia
El incremento de la violencia no se limita a las grandes ciudades. Si bien Estocolmo y Malmö concentran la mayor parte de los tiroteos y homicidios, esta realidad se está extendiendo hacia localidades más pequeñas. Desde 2013, los tiroteos fatales se han duplicado, alcanzando la alarmante cifra de un tiroteo al día por cada 10 millones de habitantes.
El flujo constante de armas y drogas, que llega principalmente a través de los puertos del país, ha sido un factor determinante en esta crisis. El modelo social sueco, que alguna vez fue elogiado por su equidad y seguridad, se enfrenta ahora a una creciente desigualdad y una alarmante ola de violencia protagonizada por jóvenes sin futuro.
Suecia está viviendo un momento crítico en su historia reciente. La violencia de las bandas ha roto el equilibrio social, poniendo en jaque la percepción de seguridad que solía caracterizar al país. Con el aumento de homicidios, el uso de menores en actividades criminales y la expansión del tráfico de armas, la nación escandinava enfrenta un desafío monumental: restaurar la paz y frenar la espiral de violencia que amenaza con desbordarse aún más.