Tanques irrumpen en la sede del gobierno boliviano en un intento de golpe de Estado
Juan José Zúñiga, comandante general del Ejército, indicó que, aunque temporalmente reconocía a Luis Arce como presidente, no podía continuar el estado actual.
En un evento que ha sacudido la escena política de Bolivia, un tanque derribó las puertas de la sede del Ejecutivo en La Paz este miércoles 26 de junio a las 15:51 horas. El incidente ocurrió tras una advertencia del comandante general del Ejército boliviano, Juan José Zúñiga, sobre la posible toma del gobierno y el reemplazo del gabinete. Esta acción ha sido vista como un intento de golpe de Estado, generando preocupación y condena a nivel nacional e internacional.
En un momento de alta tensión, las cámaras de la televisión boliviana captaron al presidente Luis Arce confrontando al comandante general del Ejército, Juan José Zúñiga, en el vestíbulo del palacio de gobierno. En el video, se ve a Arce ordenando a Zúñiga retirar a sus tropas, afirmando su autoridad como comandante en jefe.
Antes de entrar al edificio, Zúñiga había declarado a la prensa en la plaza que era inminente un cambio en el gabinete de ministros y que, aunque temporalmente reconocía a Arce como su superior, el país no podía continuar en su estado actual.
Evo Morales, expresidente de Bolivia, fue uno de los primeros en denunciar el ataque a través de sus redes sociales. Morales acusó a un grupo de francotiradores de haber tomado la Plaza Murillo y pidió al pueblo boliviano defender la democracia frente a lo que demostró una preparación anticipada de un golpe de Estado. Su llamado a la resistencia fue claro y contundente, destacando la gravedad de la situación.
La Organización de Estados Americanos (OEA), a través de su secretario general Luis Almagro, declaró que no tolerará ningún intento de subvertir el orden constitucional en Bolivia. Almagro insistió en que el Ejército boliviano debe someterse a la autoridad civil, conforme a la Carta Democrática Interamericana. La comunidad internacional, incluyendo a figuras como Nicolás Maduro de Venezuela y Lula da Silva de Brasil, se sumó a la condena y al apoyo a la democracia boliviana.
La situación en Bolivia representa un desafío significativo para la estabilidad democrática del país. La respuesta internacional ha sido rápida y firme, condenando el uso de la fuerza militar contra el gobierno legítimamente establecido. Mientras tanto, el presidente Luis Arce y su equipo permanecen en la sede del Ejecutivo, comprometidos a resistir cualquier intento golpista y defender la democracia en Bolivia.