Rusia ha dado un paso significativo en la escalada del conflicto en Ucrania al lanzar un misil balístico intercontinental contra la ciudad de Dnipro, según informó la Fuerza Aérea ucraniana. Este hecho marca la primera vez que Moscú recurre a este tipo de armamento en la guerra iniciada en febrero de 2022.
Rusia intensifica el conflicto con el uso de un misil balístico intercontinental en Ucrania
Por primera vez desde el inicio de la invasión, Moscú empleó un misil de largo alcance contra territorio ucraniano.
El ataque se llevó a cabo el jueves en la madrugada, entre las 5:00 y 7:00 horas, y estuvo acompañado por el uso de un misil hipersónico Kinzhal y siete misiles de crucero Kh-101. Las defensas antiaéreas de Ucrania lograron interceptar seis de los misiles de crucero, pero no pudieron detener ni el misil balístico intercontinental ni el Kinzhal, considerados de los más sofisticados del arsenal ruso.
Autoridades de la región de Dnipropetrovsk confirmaron daños en instalaciones industriales, aunque no se reportaron víctimas al momento. Este ataque se produce en un delicado contexto diplomático, un día después de que países como Estados Unidos, España, Italia y Grecia cerraran sus embajadas en Kiev debido a la creciente amenaza de un ataque masivo ruso.
Los misiles balísticos intercontinentales, capaces de recorrer miles de kilómetros y portar cargas tanto convencionales como nucleares, representan un nuevo nivel de agresividad por parte de Moscú. Sin embargo, fuentes ucranianas aseguraron que el proyectil utilizado no llevaba ojiva nuclear.
El Kremlin ha evitado pronunciarse sobre las acusaciones relacionadas con el lanzamiento del misil balístico. No obstante, Dmitri Peskov, portavoz presidencial, afirmó que Rusia está realizando "máximos esfuerzos" para evitar un conflicto nuclear, a pesar de las crecientes tensiones provocadas por la autorización de Estados Unidos para que Ucrania emplee misiles de largo alcance contra objetivos rusos.
En paralelo, el Ministerio de Defensa ruso afirmó haber derribado dos misiles Storm Shadow británicos, utilizados por Ucrania en ataques recientes sobre territorio ruso. Moscú calificó estos ataques como una "nueva escalada" y responsabilizó a Occidente, en especial a la administración estadounidense, por "alimentar el conflicto".
El uso de un misil balístico intercontinental en este conflicto marca un punto de inflexión, tanto por su capacidad destructiva como por las implicaciones geopolíticas. En un momento en que las partes involucradas incrementan el uso de armamento avanzado, la comunidad internacional observa con preocupación cómo la guerra en Ucrania se adentra en territorios de mayor peligrosidad.