Biden ordena cierre de frontera con México ante altas solicitudes de asilo
Esta medida busca aliviar la presión migratoria, permitiendo el cierre temporal de la frontera cuando el promedio ilegal de cruces supere los 2500 por día.
El presidente Joe Biden emitió una orden ejecutiva que prohíbe a los migrantes solicitar asilo en la frontera entre Estados Unidos y México cuando los cruces ilegales aumenten significativamente. Esta medida, adoptada en un año electoral, busca reducir la presión sobre el sistema de inmigración y abordar una de las preocupaciones principales de los votantes estadounidenses.
La nueva política de Biden es la más restrictiva en materia fronteriza impuesta por un presidente demócrata moderno y se asemeja a una medida de 2018 del expresidente Donald Trump, que fue bloqueada por un tribunal federal. Las restricciones entran en vigor cuando el promedio de cruces ilegales supera los 2500 por día, lo que significa que podrían implementarse de inmediato, permitiendo a los agentes fronterizos devolver a los migrantes a México o a sus países de origen en cuestión de horas o días.
Tradicionalmente, los migrantes que cruzan ilegalmente y solicitan asilo son liberados en Estados Unidos en espera de una audiencia judicial, un proceso que puede tardar años debido al enorme atraso en los tribunales. Sin embargo, la nueva orden de Biden está diseñada para detener estos cruces ilegales y solo se levantaría cuando el número de cruces diarios se mantenga por debajo de 1500 durante una semana, con un período de dos semanas antes de reabrir la frontera a los solicitantes de asilo.
La decisión de Biden ha generado una respuesta mixta. La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) anunció planes para desafiar la orden en los tribunales, argumentando que es ilegal, al igual que la medida similar de Trump. Por otro lado, algunos funcionarios creen que esta orden le permitirá a Biden responsabilizar a los republicanos del fracaso del proyecto de ley bipartidista que incluía mayores medidas de seguridad fronteriza y fondos para más agentes y jueces de inmigración.
Esta nueva política de asilo representa un cambio significativo en la postura de Biden, quien había criticado duramente a Trump por sus restricciones migratorias. Mientras la administración de Biden intenta gestionar la crisis en la frontera, las tensiones políticas y las implicaciones humanitarias continúan siendo puntos clave de debate en la escena política estadounidense.