Israel y Hamás sellan un acuerdo para liberar rehenes y detener la guerra en Gaza
La tregua busca poner fin a 15 meses de enfrentamientos y permitir el regreso de desplazados palestinos a sus hogares.
Gaza, una ciudad devastada, espera un respiro tras el acuerdo alcanzado entre Israel y Hamás. La madrugada del viernes, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, confirmó que ambas partes lograron superar los desacuerdos de última hora para concretar un alto el fuego que incluye la liberación de decenas de rehenes retenidos por los militantes palestinos a cambio de prisioneros en manos de Israel.
Netanyahu convocará al gabinete de seguridad y al gobierno para la aprobación oficial del pacto, que también permitiría a cientos de miles de palestinos desplazados retornar a sus hogares en la Franja de Gaza. Según el mandatario, ya se ha informado a las familias de los rehenes sobre los avances logrados.
El jueves, las tensiones aumentaron tras el retraso en la votación del alto el fuego, atribuido por Israel a exigencias de última hora por parte de Hamás. La oficina de Netanyahu acusó al grupo militante de intentar renegociar términos relacionados con la presencia israelí en el Corredor de Filadelfia, una franja fronteriza con Egipto controlada por las fuerzas israelíes desde mayo.
Por su parte, Hamás negó estas acusaciones y reiteró su compromiso con el acuerdo, según declaraciones de Izzat al Rishq, alto representante del grupo.
El ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Badr Abdelatty, instó a ambas partes a implementar la tregua sin dilaciones, recordando el papel clave de Egipto como mediador en este conflicto de larga duración.
El anuncio del acuerdo no ha estado exento de controversias dentro de Israel. La coalición de gobierno liderada por Netanyahu, que incluye socios de extrema derecha, ha mostrado una fuerte oposición. El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, amenazó con abandonar el gobierno si el alto el fuego seguía adelante, aunque no emitió declaraciones tras el anuncio oficial.
Mientras tanto, grupos de manifestantes israelíes expresaron su rechazo al acuerdo mediante actos simbólicos, como cargar ataúdes simulados que representan el "precio" que Israel pagará por esta tregua.
El conflicto, que estalló en octubre de 2023 tras un ataque transfronterizo de Hamás que dejó 1,200 muertos y más de 250 rehenes en Israel, ha tenido un impacto catastrófico en la Franja de Gaza. La ofensiva israelí en respuesta al ataque ha cobrado la vida de más de 46,000 palestinos, según fuentes sanitarias locales, y ha dejado a casi el 90% de los 2.3 millones de habitantes de Gaza desplazados.
En los campos de refugiados improvisados, la población enfrenta condiciones extremas, con hambre, enfermedades y un futuro incierto. Las imágenes de ciudades devastadas y campamentos abarrotados reflejan el alto costo humano del conflicto.
El acuerdo anunciado podría marcar el fin de una de las guerras más prolongadas y destructivas de los últimos años en Oriente Próximo. Sin embargo, su implementación depende de la aprobación definitiva del gobierno israelí.
Para muchos, este pacto simboliza una oportunidad de reconstrucción y esperanza, tanto para las familias israelíes que esperan el retorno de sus seres queridos como para los palestinos que ansían regresar a sus hogares y reconstruir sus vidas en medio de las ruinas.
El cese al fuego pactado entre Israel y Hamás no solo podría poner fin a 15 meses de enfrentamientos, sino también abrir la puerta a una nueva etapa de negociaciones que busquen una paz más estable. Sin embargo, las divisiones internas y la desconfianza mutua entre ambas partes subrayan los enormes desafíos que aún persisten en el camino hacia una solución duradera.