Macron nombra nuevo primer ministro en medio de crisis política
El veterano político François Bayrou asume como primer ministro de Francia con el reto de estabilizar el Parlamento y fortalecer la alianza centrista de Macron.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, designó a François Bayrou como primer ministro, un político centrista con amplia experiencia que enfrenta el desafío de unificar a las diversas fuerzas parlamentarias. Este nombramiento se produce tras la destitución de Michel Barnier, quien perdió una moción de censura en el Parlamento al intentar aprobar los presupuestos para 2025. Bayrou, de 73 años, deberá liderar una compleja tarea para estabilizar la política interna del país.
François Bayrou, exalcalde de Pau y líder del Movimiento Demócrata (MoDem), es un veterano en la política francesa. Su trayectoria comenzó en 1993 como ministro de Educación y ha ocupado diversos cargos como diputado, eurodiputado y alcalde. Además, se presentó en tres ocasiones a la presidencia sin éxito. Su apoyo a Emmanuel Macron en 2017 marcó un punto clave en su carrera, cuando dejó de lado sus propias ambiciones para respaldar la visión centrista del actual presidente.
A pesar de su experiencia, su paso por el Ministerio de Justicia en 2017 estuvo marcado por controversias, ya que tuvo que abandonar el cargo tras una investigación judicial. No obstante, su absolución este año le desarrolló cierta confianza política, lo que facilitó su nombramiento como primer ministro en este momento crucial para Francia.
Bayrou no solo es conocido por su habilidad política, sino también por ser un destacado estudioso del rey Enrique IV, figura que marcó un precedente histórico en la reconciliación nacional. Inspirado por este monarca, Bayrou busca ahora replicar esa conciliación en un panorama político fragmentado, donde deberá unir a tres bloques parlamentarios enfrentados.
El nuevo primer ministro enfrenta una de las pruebas más desafiantes de su carrera: restablecer el equilibrio en la política francesa y fortalecer la alianza centrista de Macron. Su nombramiento simboliza un intento por garantizar la estabilidad en un momento crítico, mientras Bayrou trabaja por dejar un legado en su trayectoria de más de cuatro décadas.