Peso mexicano y la BMV sufren caídas tras elecciones

La jornada posterior a las elecciones ha sido tumultuosa para el peso mexicano y la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). La divisa nacional perdió valor frente al dólar, superando las 17.50 unidades por dólar, mientras el IPC de la BMV registró su mayor caída en comparación con el S&P 500, liderada por fuertes retrocesos en el sector bancario.

Aunque se esperaba la victoria de Claudia Sheinbaum, el impacto mayor provino de los resultados legislativos, que sugieren un panorama político que podría dificultar la gobernabilidad y las futuras políticas, generando incertidumbre en el mercado.

Los analistas de Monex señalaron que esta depreciación se debe a la preocupación sobre posibles cambios constitucionales y su impacto en el clima económico. El peso, que se mantenía en 16.99 pesos por dólar el domingo, cayó a 16.97 al cierre del día, alcanzando un pico de 17.66 pesos por dólar a las 5:00 a.m. del lunes, antes de estabilizarse alrededor de 17.52 pesos por dólar a las 9:00 a.m.

Según Citibanamex, la depreciación del peso es más pronunciada que en otras economías emergentes durante periodos electorales, aunque no tan severa como en elecciones pasadas. La firmeza en la política monetaria restrictiva de México y las políticas de relajamiento en otras economías emergentes han ayudado a la reciente apreciación del peso.

La BMV y los bancos en el ojo del huracán

El Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores sufrió un descenso del 6.00% este lunes, cerrando en 51,861.61 unidades. Esta caída, la peor en comparación con el avance del S&P 500 de 0.11%, fue impulsada por temores sobre la concentración de poder y posibles aumentos de impuestos al sector financiero.

El sector bancario lideró las pérdidas con Regional (incluyendo Banregio y Hey Banco) cayendo un 20.3%, seguido de Banco del Bajío con un 19.8% y Banorte con un 16.9%. Esta caída se debe a las declaraciones de Claudia Sheinbaum sobre posibles incrementos en la carga tributaria para el sector financiero, generando nerviosismo en el mercado.

La reacción del mercado a los resultados electorales subraya la fragilidad del entorno económico mexicano frente a cambios políticos. La situación exige un monitoreo cercano, ya que la gobernabilidad y las decisiones políticas en los próximos meses serán cruciales para la estabilidad económica de México.