Tribunal Constitucional decidirá el futuro del presidente surcoreano

Corea del Sur atraviesa una de las crisis políticas más profundas de los últimos años tras la destitución del presidente Yoon Suk Yeol, suspendida por intentar imponer una ley marcial el pasado 3 de diciembre. La decisión de la Asamblea Nacional de aprobar su destitución ha desatado un clima de incertidumbre política, mientras la Corte Constitucional inicia las deliberaciones para definir su futuro.

El líder de la oposición, Lee Jae-myung, del Partido Demócrata, llamó al tribunal a agilizar su veredicto para minimizar la inestabilidad nacional. Para confirmarse la destitución, el país deberá convocar elecciones presidenciales en un plazo de dos meses. Por su parte, el primer ministro Han Duck-soo se declaró como presidente interino, asegurando a los aliados internacionales que la política exterior y la alianza con Estados Unidos se mantendrán estables.

En el marco de las investigaciones, dos altos mandos militares han sido arrestados por su presunta implicación en actos de insurrección, y Yoon Suk Yeol ha sido citado para declarar, aunque no se ha presentado. Mientras tanto, la población surcoreana enfrenta la tensión de un proceso que podría prolongarse hasta seis meses.

El líder del gobernante Partido del Poder Popular, Han Dong-hoon, presentó su renuncia como gesto de disculpa por el intento fallido de instaurar la ley marcial, que terminó siendo rechazada por la Asamblea Nacional pocas horas después de su implementación.

La resolución de esta crisis política dependerá del fallo del tribunal constitucional, que podría dar paso a una nueva etapa política en Corea del Sur. Mientras tanto, el país se enfrenta a la tarea de recuperar la estabilidad y la confianza de su población en medio de un panorama incierto.