Vicepresidenta de Ecuador denuncia persecución política tras sus suspensión
La vicepresidenta Verónica Abad asegura que esta es una táctica del presidente Noboa para que no asuma su cargo cuando se presente la reelección.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha logrado finalmente destituir a la vicepresidenta Verónica Abad, después de un año de disputas políticas y maniobras legales. Noboa, desde el inicio de su mandato, mostró su intención de evitar que Abad asumiera la presidencia durante su campaña electoral para las elecciones de 2025. Para ello, la designó como mediadora en el conflicto entre Israel y Palestina, en lo que muchos consideran un intento por alejarla del escenario político ecuatoriano.
Abad, quien describió la situación como una persecución política, aseguró haber enfrentado hostigamiento y temores por su seguridad, pero se negó a renunciar. Finalmente, el Ministerio de Trabajo sancionó a la vicepresidenta con una suspensión de 150 días por un supuesto abandono de funciones, argumentando que no cumplió con su traslado desde Israel a Turquía en la fecha estipulada. Esta medida, cuestionada por diversos sectores, ha sido calificada por Abad como inconstitucional.
El caso ha despertado críticas en el ámbito político y jurídico, ya que la sanción administrativa contrasta con la elección popular de Abad. Comparaciones con casos similares en otros países, como la destitución de Gustavo Petro en Bogotá o la inhabilitación de María Corina Machado en Venezuela, resaltan la polémica sobre el uso de herramientas administrativas para desplazar a figuras electas.
Por su parte, Abad ha denunciado la medida como un intento del gobierno de Noboa para impedir que asuma la presidencia interina mientras él se enfoque en su campaña. Además, ha instado a las instituciones de control y a la comunidad internacional a investigar y fiscalizar estas acciones, asegurando que se trata de una violación de la Constitución.
Este conflicto político evidencia la tensa relación entre Noboa y Abad desde el proceso electoral. Mientras el presidente la ha acusado de deslealtad, Abad sostiene que enfrenta una presión sistemática para forzar su salida del poder. Este enfrentamiento no solo marca un precedente en la política ecuatoriana, sino que podría influir en el panorama electoral de 2025.