Hilary, el octavo ciclón en el Pacífico

El ciclón Hilary ha experimentado una intensificación notoria el día de hoy, ascendiendo a la categoría 1 de huracán en las aguas del Pacífico mexicano. Según los expertos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de México, este fenómeno climático traerá consigo precipitaciones de alta intensidad y, posiblemente, alcanzará la península de Baja California y posteriormente el territorio estadounidense.

Emergiendo inicialmente el miércoles como una tormenta tropical, Hilary se encontraba a unos 515 kilómetros al sur-suroeste de Manzanillo, Colima, y a unos 520 kilómetros al suroeste de Punta San Telmo, Michoacán, en el momento en que ascendió a la categoría de huracán.

Desde los Estados Unidos, el Centro Nacional de Huracanes también ha confirmado la transición de Hilary de tormenta a huracán, y han pronosticado que este fenómeno se debilitará considerablemente antes de su aproximación al sur de California y regiones del suroeste estadounidense. No obstante, aún existe la posibilidad de que esta situación desencadene precipitaciones intensas y, por consiguiente, inundaciones en las áreas afectadas.

Las condiciones actuales del ciclón indican que su trayectoria lo está conduciendo hacia una dirección oeste-noroeste a una velocidad de 20 kilómetros por hora. La fuerza de sus vientos se estima en 120 kilómetros por hora, acompañados de ráfagas que alcanzan los 150 kilómetros por hora.

Se prevé que Hilary haga contacto con tierra el próximo lunes, golpeando a la región norteña de Baja California como tormenta tropical, según lo proyectado por los expertos en meteorología.

En la perspectiva inmediata, el SMN de México ha advertido sobre la posibilidad de lluvias "puntuales muy fuertes" en estados como Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán y Guerrero, los cuales se encuentran a lo largo de la costa del Pacífico mexicano, donde el huracán ejercerá su influencia.

A medida que Hilary prosigue con su ruta y se espera su interacción con la geografía de la región, las autoridades y equipos de respuesta ante desastres se mantienen en estado de alerta para minimizar los riesgos asociados a este tipo de eventos naturales.