
Irán califica ataques de Israel como declaración de guerra
Israel atacó infraestructura militar y nuclear iraní; Teherán respondió con amenazas y la ONU convocó una reunión urgente ante el riesgo de escalada.

En la madrugada de este viernes, Israel llevó a cabo una ofensiva aérea contra objetivos estratégicos en Irán, centrando sus ataques en sistemas de misiles tierra-tierra y depósitos de armamento. Según las autoridades militares israelíes, la operación fue guiada por inteligencia precisa y tuvo como objetivo debilitar la capacidad misilística de Teherán. Además de las instalaciones armamentísticas, también fueron alcanzados centros militares y académicos vinculados al desarrollo tecnológico iraní.
El ataque, considerado por Israel como una acción preventiva, se enmarca en un contexto de creciente tensión entre ambos países. En días recientes, Irán había lanzado cientos de misiles hacia territorio israelí, mientras que Israel neutralizó una ola de drones enviados desde suelo iraní. Las Fuerzas de Defensa de Israel afirmaron que estos bombardeos son “cruciales para proteger a sus ciudadanos”, sin detallar las ubicaciones específicas de los blancos atacados.
Las consecuencias de la ofensiva no se hicieron esperar. Irán respondió calificando el ataque como “una declaración de guerra” y advirtió que su respuesta “no tendrá límites”. A la par, el Consejo de Seguridad de la ONU convocó a una reunión de emergencia a petición de Irán y con el respaldo de Rusia y China. En tanto, Israel cerró todas sus embajadas en el mundo como medida de precaución ante posibles represalias.
El ataque israelí también incluyó la eliminación de figuras clave del aparato militar iraní, entre ellos el brigadier general Amir Ali Hajizadeh, jefe de la Fuerza Aérea de la Guardia Revolucionaria. Asimismo, fueron abatidos otros altos mandos, en un claro intento por debilitar la cadena de mando militar de Irán y frenar su programa nuclear, que Israel considera una amenaza directa.
La comunidad internacional, incluyendo a la ONU, la Unión Europea y gobiernos como los de Alemania, Francia, China y Estados Unidos, expresó su preocupación por una posible escalada regional. Líderes mundiales llamaron a la moderación y advirtieron sobre las graves consecuencias de un conflicto prolongado en Medio Oriente. Por su parte, aerolíneas como Lufthansa suspendieron vuelos a Tel Aviv y Teherán hasta nuevo aviso, en medio de un panorama que sigue siendo extremadamente volátil.