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¿Puede el conflicto Trump-Musk alterar el rumbo económico?

El enfrentamiento entre Donald Trump y Elon Musk marca el fin de una alianza clave y amenaza con desestabilizar el panorama político y económico de EE. UU.

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¿Puede el conflicto Trump-Musk alterar el rumbo económico?

La ruptura pública entre Donald Trump y Elon Musk, dos de las figuras más influyentes del mundo, ha generado un impacto considerable en la política y la economía de Estados Unidos. El distanciamiento comenzó tras las duras críticas de Musk a la ley presupuestaria impulsada por Trump, que eliminaría subsidios clave para los vehículos eléctricos. En respuesta, el expresidente lo acusó de haber “enloquecido” y amenazó con rescindir contratos millonarios entre el gobierno y las empresas del magnate.

El conflicto escaló rápidamente. Musk replicó que, sin su respaldo financiero, Trump habría perdido las elecciones. Además, lo vinculó sin pruebas al expediente del difunto Jeffrey Epstein, intensificando aún más el enfrentamiento. Mientras la Casa Blanca calificó los ataques como “lamentables”, los mercados reaccionaron con fuerza: las acciones de Tesla cayeron más del 14% en una sola jornada, reflejando el nerviosismo de los inversionistas ante la tensión entre ambos líderes.

La declaración más polémica de Musk llegó en forma de mensaje directo y provocador en su red social X: “Hora de soltar la gran bomba: @realDonaldTrump está en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos”. El empresario insinuó que Trump estaría vinculado a los documentos aún reservados del caso Epstein, el financiero acusado de tráfico sexual de menores. Minutos después, Musk reforzó su acusación compartiendo una serie de publicaciones en las que se vinculaba al expresidente con Epstein, incluyendo un video antiguo donde se ve a ambos en una fiesta privada de 1992. El comentario desató una oleada de especulaciones y fue recibido con preocupación en la esfera política.

 

La ruptura no solo pone fin a una relación estratégica que permitió a Musk tener influencia directa en el gobierno, sino que plantea dudas sobre el futuro de los contratos públicos con sus compañías y el destino de los funcionarios aliados al empresario dentro de la administración. La eliminación de subsidios podría afectar profundamente al sector tecnológico, particularmente al de la movilidad eléctrica.

En paralelo, Musk anunció el desmantelamiento de la nave Dragon de SpaceX, utilizada por la NASA, lo que abre interrogantes sobre posibles repercusiones en la cooperación espacial. En el terreno político, ya se habla de un eventual respaldo de Musk a candidatos republicanos opositores a Trump o incluso a figuras demócratas, lo que podría alterar el equilibrio de poder en las próximas elecciones.

Mientras tanto, ambos continúan su enfrentamiento desde sus propias redes sociales, amplificando el conflicto en tiempo real. El choque entre estas dos figuras no solo redefine alianzas políticas, sino que también evidencia cómo las disputas personales pueden tener consecuencias globales cuando están protagonizadas por quienes concentran tanto poder e influencia.