Trump y Harris se enfrentarán en un debate en Filadelfia que podría decidir las elecciones
En un escenario político tenso y con encuestas muy ajustadas, Kamala Harris y Donald Trump abordarán temas cruciales que podrían inclinar la balanza electoral de cara a noviembre.
Esta noche, la vicepresidenta Kamala Harris y el ex presidente Donald Trump protagonizarán un esperado cara a cara en la ciudad de Filadelfia, en un debate organizado por la cadena ABC que promete ser decisivo para las elecciones del 5 de noviembre. A las 21:00 horas (01:00 GMT del miércoles), los dos líderes, que nunca han mantenido una conversación directa hasta el momento, se encontrarán en el estado clave de Pensilvania, un lugar que ha sido fundamental en elecciones recientes.
Uno de los aspectos más observados durante el debate será cómo Trump maneja la interacción con Harris, dado que, en el pasado, ha sido criticado por su comportamiento hacia mujeres en este tipo de entornos. En 2016, Trump fue duramente cuestionado por su actitud intimidante hacia Hillary Clinton, posicionándose detrás de ella de manera que muchos consideraron irrespetuosa. El enfoque agresivo que usó en ese entonces podría influir en la forma en que trate a Harris, lo que muchos analistas estarán observando de cerca.
Kamala Harris, por su parte, ha demostrado ser una formidable debater, con un estilo agudo y directo, fruto de su experiencia como fiscal. En debates anteriores, ha utilizado su habilidad para hacer incisivas preguntas y generar respuestas que luego se viralizan en redes sociales, como ocurrió con el propio Joe Biden durante las primarias demócratas de 2020. Su capacidad para conectar temas complejos con anécdotas personales, como lo hizo al hablar de la segregación racial en su infancia, podría ser una ventaja en este escenario.
Mientras tanto, Trump llega al debate con una ventaja significativa en términos de experiencia mediática. Con siete debates presidenciales generales desde 2016, y una larga carrera en la televisión como estrella de reality, Trump sabe cómo convertir cualquier momento en espectáculo. Su estilo impredecible, lleno de ataques sorpresivos y teorías conspirativas, hace que sea difícil anticipar sus movimientos. Según su equipo, esto le otorga una ventaja sobre Harris, ya que su estrategia se asemeja a la de un boxeador que ataca desde ángulos inesperados.
Una de las reglas más controvertidas del debate es el uso de micrófonos que se silenciarán tras cada intervención para evitar interrupciones constantes. Aunque esta norma fue propuesta por la campaña demócrata en debates anteriores, el equipo de Harris hubiera preferido que se mantuvieran los micrófonos abiertos, con el fin de exponer el estilo interruptivo de Trump y subrayar su falta de autocontrol. Sin embargo, esta regla podría jugar a favor del exmandatario, dándole la oportunidad de atacar sin ser frenado de inmediato.
En cuanto a los temas a debatir, inmigración y aborto destacan como los más relevantes. Trump probablemente critique a Harris por su rol en la gestión de la frontera durante la administración Biden, aunque ella no tenía control directo sobre la supervisión migratoria. Por su parte, Harris seguramente enfatizará el hecho de que fue Trump quien designó a los jueces del Tribunal Supremo que derogaron el fallo 'Roe vs. Wade', eliminando la protección federal al derecho al aborto.
El objetivo principal de ambos candidatos será conquistar a un grupo pequeño pero decisivo de votantes indecisos en siete estados clave: Pensilvania, Wisconsin, Míchigan, Carolina del Norte, Georgia, Arizona y Nevada. Estos votantes, preocupados principalmente por la economía, se han convertido en el foco de las propuestas tanto de Trump como de Harris, quienes han lanzado medidas populistas, como la exención de impuestos sobre las propinas, para atraer su atención.
El debate entre Trump y Harris promete ser un enfrentamiento lleno de tensiones, con temas cruciales en juego y un escenario electoral extremadamente ajustado. Lo que suceda en Filadelfia esta noche podría definir el rumbo de las elecciones presidenciales, y tanto Trump como Harris se juegan mucho más que solo una victoria temporal: ambos buscan consolidar sus candidaturas en uno de los momentos más críticos de la campaña.