Un quinto incendio agrava la crisis en Los Ángeles
Con más de 1,500 estructuras destruidas, cinco fallecidos y cerca de 100,000 evacuados, la megalópolis californiana enfrenta uno de los peores episodios de incendios en su historia reciente.
Los incendios que asolan Los Ángeles han alcanzado niveles críticos. Un quinto incendio bautizado como "Sunset" se declaró en las colinas de Hollywood, sumándose a los otros cuatro incendios activos en Palisades, Eaton, Hurst y Lidia. En conjunto, estos siniestros han arrasado con casi 11,000 hectáreas, dejado cinco muertos y forzado la evacuación de cerca de 100,000 personas.
La alerta roja emitida para la región metropolitana de Los Ángeles, que alberga a 10 millones de personas, se mantendrá al menos hasta el viernes. "Necesitamos una evacuación inmediata de todas las personas. No hay tiempo que perder, es obligatoria", alertó Margaret Stuart, portavoz del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, al referirse al incendio Sunset. Este fuego avanza velozmente por una de las zonas más emblemáticas de la ciudad, que incluye el Paseo de la Fama y el Hollywood Bowl.
Las órdenes de evacuación obligatoria para Sunset abarcan desde la carretera 101 hasta el sur del bulevar Hollywood y afectan a miles de residentes y negocios. Este incendio, originado a las 17:30 del miércoles, duplicó su tamaño en minutos, obligando al cierre anticipado de comercios en zonas turísticas. Entretanto, el fuego Eaton mantiene bajo amenaza a los barrios de Altadena y Pasadena, mientras que el Palisades ha devastado más de 1,000 estructuras en la costa del Pacífico.
El combate contra Sunset contó con apoyo aéreo inmediato, algo que no fue posible en otros incendios debido a los fuertes vientos. Dos helicópteros lograron frenar parcialmente su avance en las primeras horas. Aun así, más de 1.700 bomberos siguen luchando contra el fuego en toda la región, enfrentándose a condiciones extenuantes. "Nuestros equipos están agotados, pero agradecemos los refuerzos llegados desde otros estados", afirmó Chad Augustin, jefe de bomberos de Pasadena. California ha movilizado 16 helicópteros y siete aviones cisterna para combatir los incendios más críticos.
Los vientos, que alcanzaron ráfagas de hasta 140 km/h el martes, complicaron significativamente las labores de extinción. Aunque se espera que disminuyan a 32 km/h, los daños ya son inmensos. La situación ha generado críticas al Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles (DWP), que sufrió una "tremenda demanda" de agua durante el incendio Palisades, dejando sin suministro a zonas clave. Además, la compañía cortó preventivamente la electricidad a 183,000 usuarios, afectando a un total de 413,000 personas.
El Distrito Escolar de Los Ángeles ha suspendido las clases en más de mil escuelas, dejando a medio millón de alumnos en casa. Las autoridades también han dispuesto alimentos para estudiantes de bajos recursos. En el ámbito económico, los daños preliminares se estiman en 57,000 millones de dólares, según AccuWeather.
A pesar de los esfuerzos titánicos de los bomberos y el alivio que podría traer la disminución de los vientos, Los Ángeles enfrenta días críticos. Los incendios han expuesto no solo la vulnerabilidad de la región ante el fuego, sino también las deficiencias en la preparación y respuesta ante desastres de esta magnitud. La ciudad, una vez más, se encuentra entre el fuego y la supervivencia.