Avances y retos en la lucha por la igualdad LGBTIQ+
Desde combatir la represión a exigir derechos integrales, las marchas han evolucionado, pero mantienen una misma raíz y han logrado avances significativos.
En junio las calles del mundo se llenan de color. En Estados Unidos, Argentina, Perú, Colombia, México y demás países alrededor del mundo, miles de personas se congregan para celebrar el Orgullo LGBTIQ+. Lo que empezó como una manifestación por los derechos LGBTIQ+ en Stonewall, se ha convertido en una celebración global que reivindica la diversidad y la inclusión.
Las raíces de este movimiento se encuentran en los disturbios ocurridos en Nueva York en 1969. Tras años de represión y criminalización de la homosexualidad, una redada policial en un bar LGBTIQ+ desencadenó una serie de protestas que marcaron un antes y un después en la historia del movimiento. Fue así que un 28 de junio de 1970 se realizó oficialmente la primera marcha del Orgullo Gay en EE. UU.
En México, la marcha comenzó a tener lugar a principios de la década de 1980, desde luego influenciada por los movimientos estadounidenses. Desde entonces, la marcha anual en Ciudad de México ha adquirido una relevancia notable, convirtiéndose en una de las más importantes de Latinoamérica.
“Las primeras marchas buscaban eliminar la represión policiaca y la represión por parte del Estado, pero con el paso del tiempo hemos visto una reivindicación en materia de derechos a la salud, al trabajo y a la educación. Aunque nos siguen faltando muchas cosas por las cuales alzar la voz, creo que la marcha sigue siendo reivindicativa y hemos logrado mucho”, reconoce Ricardo Torres, presidente de la organización Fuera del Clóset.
Avances en Latinoamérica:
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Actualmente solo Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Perú y Uruguay son los países que cuentan con amplia protección jurídica contra la discriminación basada en la orientación sexual.
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El matrimonio igualitario es legal desde 2019 en países como Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica y Ecuador y más recientemente en México y Uruguay.
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Brasil fue pionero en la región al prohibir las llamadas “terapias de conversión” en 1999. Otros países como Ecuador (2014), Chile (2022) y México (2024) también las han prohibido.
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Países como Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica y Uruguay reconocen la adopción conjunta por parejas del mismo sexo, así como la adopción del hijo o hija del cónyuge.
¿Cuáles son las problemáticas que aún se enfrentan?
Sin embargo, la lucha por la igualdad LGBTIQ+ aún no ha terminado. Es necesario seguir trabajando para erradicar la discriminación en todas sus formas. América Central y el Caribe es la zona con mayor criminalización de la diversidad sexual de la región. Las penalidades, con diversos grados y modalidades, van desde los 5 a los 15 años de cárcel.
“Falta mucho por avanzar en materia de salud: que tengamos acceso inmediato a la salud, de manera integral, pero sobre todo gratuita. Hace falta que el tema administrativo, principalmente, no sea un impedimento”, asegura Alain Pinzón, director de la asociación VIHve Libre.
“Yo creo que incluso dentro del colectivo hay que seguir avanzando mucho, sobre todo en la incorporación de otras identidades con otras vivencias. México pone mucha atención a la ciudad en este mes, pero fuera de ella también existen personas LGBTIQ+. Entonces, creo que falta eso, descentralizar el movimiento y darle visibilidad no solo en junio”, finaliza Ricardo Torres.