Putin aprobó decreto que autoriza el uso de armas nucleares
El Kremlin ajusta su estrategia nuclear tras 1,000 días de guerra en Ucrania y advierte a Occidente sobre posibles represalias.
El presidente ruso, Vladimir Putin, emitió un decreto que redefine las condiciones para el uso de armas nucleares, ampliando su alcance incluso contra países sin atómicas, siempre que estas armas cuenten con el respaldo de potencias nucleares. Este cambio estratégico se oficializó en un momento simbólico: el día 1,000 de la ofensiva rusa en Ucrania.
Según el decreto, Rusia se reserva el derecho de emplear armas nucleares si enfrenta el lanzamiento de misiles balísticos, ataques aéreos masivos o incursiones con drones y otras tecnologías avanzadas que violan su espacio aéreo. Este enfoque, que el Kremlin considera una medida extrema, refuerza la visión de las armas nucleares como "instrumentos defensivos de disuasión".
La normativa también señala que cualquier agresión contra Rusia o sus aliados, perpetrada por miembros de una alianza militar como la OTAN, será tratada como un ataque colectivo. Los analistas interpretan esto como una advertencia directa a Occidente, especialmente a Estados Unidos, tras su reciente aprobación para que Ucrania utilice misiles de largo alcance contra objetivos en territorio ruso.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, justificó estos cambios afirmando que "era necesario alinear nuestros principios con la situación actual". No obstante, la decisión ha generado inquietud en la comunidad internacional, particularmente en el contexto de nuevas tensiones químicas en el frente ucraniano.
Un reciente informe de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) confirmó la presencia de gases prohibidos en muestras recolectadas en zonas de combate. Kiev acusó a Moscú de emplear estos agentes químicos, calificándolos como una flagrante violación del derecho internacional. La OPAQ, aunque verificó la autenticidad de las pruebas, evitó señalar a los directores responsables.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania denunció que el uso de tales armas muestra el desprecio ruso por las leyes internacionales. Por su parte, el director de la OPAQ, Fernando Arias, expresó su "grave preocupación" por estos hallazgos, recordando los compromisos de Rusia y Ucrania de no emplear armas químicas.
Este endurecimiento de la postura nuclear ocurre tras meses de declaraciones de Putin, quien en septiembre advirtió que su país podría usar estas armas en caso de ataques a gran escala. Además, recordó que cualquier agresión de un país sin arsenal nuclear, pero respaldado por potencias como Estados Unidos, sería considerada como un ataque conjunto, justificando una respuesta extrema.
En paralelo, el Kremlin calificó como “imprudente” la reciente decisión de Washington de armar a Ucrania con misiles de largo alcance. Moscú asegura que responderá con medidas apropiadas, aunque no ha detallado en qué consistirán.
El nuevo decreto de Putin no solo refuerza la estrategia de disuasión nuclear de Rusia, sino que también eleva las tensiones en un escenario global ya complejo. La guerra en Ucrania y las acusaciones sobre el uso de armas químicas dibujan un panorama de creciente incertidumbre. Mientras tanto, las potencias internacionales enfrentan el desafío de evitar que las tensiones deriven en un conflicto de consecuencias catastróficas.