Esto se sabe sobre el desprendimiento de una puerta durante vuelo de Alaska Airlines
El incidente que puso en riesgo a 177 personas deja bajo lupa a la empresa fabricante Boeing, quien ya ha tenido anteriores críticas por fallos en el control de calidad.
El pasado viernes, el vuelo 1282 de Alaska Airlines, que cubría la ruta desde Portland, Oregón, hasta California, se vio sacudido por un inusual incidente cuando, minutos después del despegue, una puerta sin uso se desprendió de la cabina. Hoy, las autoridades investigan las causas del incidente que puso en riesgo a 177 personas.
La pieza, un tapón de puerta de 27 kg destinado a cubrir una salida de emergencia no utilizada por la aerolínea, generó una brusca despresurización de la cabina, lanzando objetos personales por los aires. Las autoridades aeronáuticas estadounidenses, tras el suceso, han tomado medidas preventivas, inmovilizando centenares de aviones similares mientras investigan las causas de lo ocurrido.
Aunque el avión siniestrado, entregado a Alaska Airlines en octubre de 2023, era relativamente nuevo con apenas unos 100 vuelos al mes, la Junta Nacional de Seguridad en Transporte (NTSB) descarta una falla de diseño, centrando las causas en fallas de instalación y estado de la puerta.
El fabricante de la puerta, Spirit AeroSystems, proveedor de Boeing, ha sido criticado antes por fallos en el control de calidad. La investigación de la NTSB se centra en determinar las causas del incidente, evaluando la puerta, los datos de vuelo y los registros de mantenimiento, mientras Boeing intenta rehabilitar su reputación ya afectada por anteriores incidentes.
De momento, Alaska Airlines, tras el accidente, suspendió temporalmente el despegue de su flota de 65 aviones 737 Max 9. A pesar de la autorización para reanudar el servicio de 18 aviones, una orden de aeronavegabilidad de la Administración Federal de Aviación obligó a la compañía a volver a dejar en tierra incluso a esos aviones, sumando complicaciones a la situación.