Avanzan las construcciones del mayor edificio del mundo
Esta estructura albergará nueve millones de habitantes y se extiende a lo largo de 170 km y 500 metros de altura.
El Gobierno saudí avanza en la construcción del mayor edificio del mundo para albergar a nueve millones de personas. The Line, como es denominado, se abre paso en el desierto del Mar Rojo.
Los trabajos iniciaron en octubre del año pasado, y según las imágenes compartidas por la plataforma web del proyecto, la velocidad de la construcción ha aumentado significativamente en las primeras semanas.
La monumental obra alberga a centenares de trabajadores, docenas de grúas y un sinfín de maquinaria de todo tipo de construcción que se abren paso en la desértica región de Neom, donde el gran proyecto impulsado por el gobierno saudí, también considera la edificación de una gran pista de esquí, al haber sido elegida como sede de los Juegos Asiáticos de Invierno de 2029.
Las características de esta megaedificación señalan un ambiente aislado del exterior, gracias a una especie de muralla gigantesca, uniformemente forrada de espejo, con grandes áreas arboladas, lagos y todo tipo de establecimientos y servicios. Por lo que los avances de los trabajos consisten en el allanamiento del terreno y en la preparación de los cimientos, donde sus dimensiones constan de 170 kilómetros de largo, desde el interior del desierto hasta la orilla del Mar Rojo, 200 metros de ancho y 500 metros de alto.
La instantánea, a continuación, muestra las excavadoras y camiones que trabajan sin cesar en el desierto Saudita para rebajar el terreno.
Fuente: Neom
Esta ecociudad forma parte de un plan estratégico para la diversificación del negocio de hidrocarburos de Arabia Saudí, y de esta manera dejar de depender del petróleo. En ese sentido, los promotores del proyecto destacan su carácter ecológico y sostienen el uso del 100% de energías renovables, donde el servicio de transporte será de cero emisiones. En 20 minutos, un tren de alta velocidad cubrirá el trayecto de extremo a extremo. A su vez, los centros de venta estarán a cinco minutos a pie para los residentes.
Por su parte, el príncipe heredero Saudí, Mohammed bin Salman, el cual forma parte del consejo de administración de la empresa Neom, concibe a esta megaconstrucción como la demostración del futuro sostenible por el que apuesta su país. El príncipe afirma que se necesitan "soluciones imaginativas" para enfrentar las crisis habitacionales y medioambientales de las ciudades.
En esta fotografía apreciamos la recreación de un tramo del edificio, con un estadio de fútbol en el centro / Fuente: NEOM
El gran desafío que se ha planteado The Line como también toda la ciudad de Neom, incluyendo su complejo de esquí, es cómo obtener suficiente agua para satisfacer las necesidades de sus residentes y servicios públicos. Por lo que plantean la construcción de enormes plantas potabilizadoras como solución, que llevarán el elemento desde el Mar Rojo hasta los residentes.
Representación gráfica de cómo se vería The Line por dentro / Fuente: Neom
Pese a que se proyecta que estas plantas de desalación funcionen con electricidad de fuentes renovables, hay expertos que cuestionan si la tecnología es lo suficientemente avanzada para usar energía solar para operar estaciones tan grandes. De lo contrario, las emisiones de CO₂ para producir la electricidad necesaria para desalar esta cantidad de agua podrían ser significativas.
De igual forma, se cuestiona las emisiones derivadas de la propia construcción de los edificios (maquinaria, transporte, obtención de materiales, etc.) y serán evaluadas para constatar si en un futuro se compensan con los mecanismos de sostenibilidad anunciados por el gobierno saudí.
Como último punto, varias organizaciones ponen al descubierto que vecinos de la zona, aledaños a la construcción, han sido desalojados de sus hogares y, en algunos casos, condenados a muerte. Esto pone de manifiesto la falta de libertad y derechos humanos en este país.