
Trump anuncia acuerdo comercial con el Reino Unido
Trump y Starmer anunciaron un nuevo acuerdo comercial bilateral que busca aliviar aranceles y fortalecer la relación económica entre EE.UU. y el Reino Unido.

En una jornada que podría marcar un hito en la política comercial internacional, el expresidente estadounidense Donald Trump anunció este jueves la firma de un acuerdo integral con el Reino Unido, resultado de semanas de intensas negociaciones bilaterales. La Casa Blanca confirmó que se trata del primer pacto bajo la nueva estrategia comercial impulsada por Trump, en medio de un escenario internacional dominado por aranceles, tensiones geopolíticas y una competencia económica cada vez más cerrada.
Aunque los detalles específicos aún no han sido divulgados, tanto Washington como Londres han destacado el valor estratégico del convenio, que busca aliviar las cargas arancelarias impuestas a productos británicos clave, como el acero, el aluminio y los automóviles. El presidente Trump calificó la jornada como un "día emocionante" para ambas naciones y prometió que vendrán más tratados similares con otros países.
Reacciones mixtas y dudas sobre el alcance real del acuerdo
Por su parte, el primer ministro británico, Keir Starmer, celebró el pacto como un avance que representa estabilidad y oportunidades para las familias y empresas británicas. Sin embargo, expertos económicos han advertido que el acuerdo podría tener un alcance más limitado de lo que sugiere el anuncio oficial. Analistas del Deutsche Bank y académicos del King's College consideran que podría tratarse más bien de un marco preliminar de entendimiento que de un tratado plenamente ejecutado.
Una de las áreas más sensibles en la negociación ha sido el impuesto digital británico, que afecta principalmente a las grandes empresas tecnológicas de Estados Unidos. Aunque el gobierno laborista no ha confirmado su eliminación, se especula que podría haber sido parte de las concesiones para lograr un acercamiento más fluido con Washington.
La ministra británica de Finanzas, Rachel Reeves, recordó recientemente que la relación comercial con la Unión Europea continúa siendo prioritaria, al representar el 40 % del intercambio internacional del Reino Unido. Aun así, el acuerdo con Estados Unidos es visto como una medida estratégica para mitigar los efectos de las recientes tarifas estadounidenses, que han golpeado sectores clave de la economía británica.
Este pacto marca una nueva etapa para las relaciones comerciales entre dos aliados históricos, en un momento en que Estados Unidos mantiene conversaciones similares con otras naciones, incluida China. El resultado de estos acuerdos determinará en gran medida la arquitectura del comercio global en los próximos años, especialmente si se consolidan nuevas alianzas fuera del eje euroatlántico tradicional.
Mientras se esperan los detalles finales del documento, la atención se centra ahora en cómo se implementarán sus cláusulas, y si efectivamente lograrán estimular una economía británica que aún se recupera de los efectos del Brexit, la pandemia y la inflación.
