Costa Rica y República Dominicana respaldan a González Urrutia como presidente electo de Venezuela
Ambas naciones rechazan la permanencia de Nicolás Maduro en el poder, denunciando violaciones de derechos humanos y un fraude electoral.
En una postura que refuerza el rechazo internacional al régimen de Nicolás Maduro, tanto el Congreso de Costa Rica como el Senado de República Dominicana aprobaron resoluciones reconociendo a Edmundo González Urrutia como el presidente electo de Venezuela. Estas resoluciones se alinean con el respaldo previamente expresado por el Parlamento Europeo y otros actores internacionales, destacando las preocupaciones sobre la legitimidad de las recientes elecciones en el país caribeño.
En el caso de Costa Rica, la Asamblea Legislativa emitió una condena enérgica contra el gobierno de Maduro, al que acusan de cometer fraude en las elecciones del 28 de julio y de mantener una política sistemática de violaciones a los derechos humanos. La moción, aprobada con 43 votos a favor y uno en contra, instó a "todos los parlamentos democráticos de América" a adoptar una postura similar y a desconocer la legitimidad del mandato de Maduro. Los diputados costarricenses también denunciaron la existencia de 1,800 presos políticos en Venezuela, incluidos menores de edad, así como la reciente muerte de 23 personas durante protestas en el país.
Por su parte, el Senado dominicano, a través de una resolución promovida por la senadora María Mercedes Ortiz, solicitó formalmente al presidente Luis Abinader que reconozca a González Urrutia como el legítimo mandatario de Venezuela. Esta declaración fue bien recibida por la oposición venezolana, con María Corina Machado expresando su agradecimiento a través de la red social X, destacando que "cada día recibimos más apoyos internacionales en defensa de la soberanía popular y de la verdad".
Ambos países no solo rechazaron los resultados electorales que favorecieron a Maduro, sino que también han mantenido una línea crítica constante hacia su régimen. Desde 2019, Costa Rica desconoció la reelección de Maduro y cerró su embajada en Caracas en 2020, suspendiendo las relaciones diplomáticas como una clara señal de su desaprobación a lo que califican como un gobierno sostenido por prácticas antidemocráticas y represivas.
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, calificó el proceso electoral venezolano como "fraudulento" desde el mismo 28 de julio, y el Ministerio de Relaciones Exteriores reafirmó esta postura el 2 de agosto, asegurando que González Urrutia había sido el verdadero ganador de los comicios. En agosto, el gobierno costarricense incluso ofreció asilo político a González Urrutia y a la líder opositora María Corina Machado, en un gesto de solidaridad hacia quienes luchan por un cambio en Venezuela.
La moción de Costa Rica también hizo hincapié en la "victoria fraudulenta" de Maduro, acusando a su régimen de continuar con una política de represión y violaciones de los derechos políticos de los ciudadanos venezolanos. En su resolución, los legisladores señalaron que el pueblo costarricense ha sido testigo del sufrimiento de miles de venezolanos que han huido de su país en busca de refugio ante la dictadura y la pobreza.
El reconocimiento de Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela por parte de Costa Rica y República Dominicana refuerza una creciente condena internacional contra el régimen de Nicolás Maduro. Estas decisiones, sumadas a las ya tomadas por otros actores internacionales, destacan la lucha por la defensa de la soberanía popular en Venezuela. Las implicaciones de estos apoyos en el escenario político internacional continúan evolucionando, mientras más naciones toman partido en este conflicto.