Petro enfrenta críticas por polémicos nombramientos en su gabinete
Los recientes nombramientos de Benedetti y Sarabia como altos funcionarios del gobierno de Petro generaron fuertes críticas, incluso dentro de su propio gabinete.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha generado una nueva controversia con los nombramientos de Armando Benedetti como jefe de gabinete y Laura Sarabia en un alto cargo del gobierno. Las designaciones han causado tensiones incluso dentro del Consejo de Ministros, donde varios funcionarios han cuestionado las decisiones presidenciales, catalogándolas como controvertidas e inapropiadas para las necesidades del país.
Armando Benedetti, quien anteriormente se desempeñó como embajador en Venezuela, ha estado en el centro de la polémica debido a acusación de abuso de poder y manejos poco transparentes durante su carrera política. Su reciente ascenso ha desatado fuertes críticas, tanto desde la oposición como de algunos aliados del gobierno. "El país necesita liderazgos éticos y comprometidos, y este no es el camino", declaró un congresista opositor.
Por otro lado, Laura Sarabia, exsecretaria privada de Petro, también enfrenta cuestionamientos por su vinculación con un escándalo de interceptaciones ilegales y abuso de autoridad. A pesar de las críticas, el presidente ha defendido a ambas figuras, señalando su experiencia como clave para asumir estos roles estratégicos. “Confío plenamente en ellos para llevar a cabo la transformación que el país necesita”, afirmó Petro durante un evento público.
Las reacciones no se han hecho esperar. Desde el Consejo de Ministros, varios miembros expresaron su inconformidad, indicando que estas decisiones pueden afectar la autoridad y gobernabilidad del gobierno. Según informes, algunos ministros plantearon sus dudas directamente al mandatario en una reunión reciente, describiendo los nombramientos como un "golpe a la confianza ciudadana".
Mientras tanto, la oposición y expertos políticos han advertido sobre las posibles repercusiones de estas decisiones, argumentando que podrían intensificar las divisiones políticas y restablecer el enfoque a los problemas prioritarios del país. En este escenario de tensión, el gobierno de Gustavo Petro enfrenta un nuevo desafío para mantener la estabilidad en su administración mientras lidia con las crecientes críticas públicas y privadas.