Tercer mandato de Maduro: la juramentación que divide a Venezuela
Maduro se aferra al poder en medio de denuncias de fraude y aislamiento internacional.
Nicolás Maduro juró este viernes su tercer mandato como presidente de Venezuela, un período que se extenderá hasta 2031. En una ceremonia celebrada ante una Asamblea Nacional controlada por el chavismo, Maduro aseguró que esta etapa marcará “el periodo de la paz, la prosperidad y la nueva democracia”. Sin embargo, la oposición y la comunidad internacional cuestionan la legitimidad de su reelección.
En su discurso, Maduro declaró: “Juro por el noble y aguerrido pueblo de Venezuela y por esta Constitución que haré cumplir todos sus mandatos”. Con la banda presidencial que perteneciera a Hugo Chávez, Maduro se proclamó el heredero de un legado histórico que, según él, “trajo al siglo XXI las ideas de quienes echaron al imperio español de Sudamérica”.
La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), el bloque opositor mayoritario, calificó la juramentación de Maduro como un “golpe de Estado”, alegando que el verdadero ganador de las elecciones de julio fue Edmundo González Urrutia. “Con la usurpación del poder, apoyada por la fuerza bruta, se ha desconocido la soberanía popular”, denunció la PUD en un comunicado.
En paralelo, la Unión Europea afirmó que el proceso electoral venezolano fue fraudulento y sancionó a 15 altos funcionarios del régimen, incluyendo a la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Caryslia Rodríguez. Por su parte, Estados Unidos aumentó a 25 millones de dólares la recompensa por información que lleve a la captura de Maduro por cargos relacionados con el narcotráfico.
Denuncias de represión y silencio opositor
Expertos de Naciones Unidas también pidieron este viernes al gobierno venezolano que ponga fin a las detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas de activistas y opositores. Según informes, al menos 19 personas fueron detenidas arbitrariamente antes de la investidura y ocho se encuentran desaparecidas.
En este contexto, el opositor Edmundo González Urrutia, quien alega ser el presidente legítimo, ha mantenido un cauteloso silencio desde la República Dominicana, última parada de su gira internacional. Aunque había anunciado planes para juramentarse como presidente, hasta el momento no ha realizado declaraciones.
Respaldo de aliados y aislamiento internacional
En la ceremonia, Maduro contó con el apoyo de altos mandos militares y la presencia del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, junto con representantes de países aliados como México y Bolivia. No obstante, la participación internacional fue limitada, reflejando el creciente aislamiento del régimen.
“El poder que represento le pertenece al pueblo y al pueblo me debo”, afirmó Maduro, rechazando las acusaciones de fraude y describiendo su investidura como “una gran victoria de la democracia venezolana”. Además, denunció una “conspiración” liderada por Estados Unidos y “sus satélites” para desestabilizar su gobierno.
La juramentación de Maduro profundiza la fractura política en Venezuela, con un país polarizado entre quienes apoyan el proyecto chavista y quienes claman por un cambio democrático. Las denuncias de fraude, la represión contra la disidencia y el aislamiento internacional auguran un periodo marcado por la incertidumbre y la tensión.