Ultraderecha alemana logra histórico triunfo en elecciones estatales
Por primera vez desde la era nazi, la AfD gana en Turingia. El resultado complica el panorama para las elecciones federales.
El partido Alternativa para Alemania (AfD) ha logrado una victoria histórica al convertirse en el primer partido de extrema derecha en ganar unas elecciones estatales en Alemania desde la era nazi. Este hecho marca un punto crítico para la política alemana, especialmente a medida que se acercan las elecciones federales de 2025. La AfD se alzó con el 32.8% de los votos en Turingia y el 30.6% en Sajonia, destacando su ascenso en una región tradicionalmente conservadora.
Los resultados, anunciados el domingo tras el cierre de las urnas, demuestran un fuerte respaldo a la AfD en el este de Alemania. En Turingia, la AfD superó a la Unión Demócrata Cristiana (CDU) por casi 10 puntos porcentuales, mientras que en Sajonia quedó en un cercano segundo lugar. Este triunfo es especialmente notable ya que se produce en un contexto en el que el SPD, el partido del canciller Olaf Scholz, quedó relegado a un distante quinto puesto en ambos estados.
El éxito de la AfD se acompaña de la irrupción de un nuevo jugador en la arena política: la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), un partido de extrema izquierda que ha cuestionado el apoyo de Alemania a Ucrania y comparte algunas posturas antiinmigración con la AfD. A pesar de ser un partido emergente fundado a principios de año, la BSW logró posicionarse en el tercer lugar en ambos estados, indicando un creciente descontento con el status quo político.
Scholz, visiblemente afectado por los resultados, ha calificado el resultado de "amargo" y ha instado a los partidos tradicionales a evitar cualquier alianza con la AfD. En un comunicado, Scholz afirmó: "La AfD está dañando a Alemania. Está debilitando la economía, dividiendo a la sociedad y arruinando la reputación de nuestro país". Esta declaración refleja la creciente preocupación por el impacto de la extrema derecha en la estabilidad del país.
Alice Weidel, co-líder de la AfD, ha descrito los resultados como un "réquiem" para la coalición de Scholz, subrayando que el apoyo popular para su partido es un indicativo claro del deseo de cambio en el este de Alemania. La AfD ha prometido medidas drásticas como la expulsión de inmigrantes ilegales y ha criticado la política de asilo del gobierno actual, avivando las tensiones en un país ya polarizado.
A pesar de su victoria, la AfD enfrenta desafíos significativos para formar gobierno, dado que la mayoría de los partidos han descartado la posibilidad de coaliciones con ellos. Sin embargo, la victoria de la AfD en Turingia y su cercanía en Sajonia podrían tener implicaciones duraderas en la política alemana, incluyendo una posible reconfiguración de las alianzas y un endurecimiento de las políticas migratorias y de seguridad.
La reciente irrupción de la AfD y la BSW subraya una creciente fragmentación del panorama político alemán, marcando un momento histórico que podría tener resonancias significativas en las elecciones federales del próximo año.